Desde esta semana, el blog adquiere una temática específica. Durante mucho tiempo (esperemos que esta vez cumpla el contrato firmado o, al menos, la temporada completa en curso: si me ciño a los antecedentes, será todo un cisne negro) hablaremos de la liga de Kuwait (Q8, /´kju:/ más /´eit/, forma de expresar aquí el nombre del país por su pronunciación), la STC Premier League 2020/2021, y de la AFC, de la Champions League asiática, y de los distintos campeonatos que dispute mi nuevo equipo, Qadsia SC.
Se ha demorado más de lo esperado este comienzo. Si bien el trabajo de preparación y entrenamiento comenzó el día 22 de julio (esa reanudación de la competición suspendida por la pandemia que ha caracterizado al fútbol profesional en este año particularmente único), el cierre de fronteras entre países, sumado a las entradas y salidas de viajeros, ha provocado que no pudiéramos estar presentes en el día a día del país (no ya solo del equipo) hasta esta misma semana, última de agosto. Con dos partidos ya disputados de los cuatro que quedaban por disputar de la liga, aquí estamos, en nuestra ciudad, instalándonos para empezar el trabajo.
Queda atrás un mes y medio de trabajo desde la distancia. Planificación, periodización y programación; análisis propio y rival; debates y puestas en común sobre las tareas y la forma de hacerlas llegar; aplicación de la tecnología para ponernos en contacto con el club, la dirección y los futbolistas. Una experiencia completamente nueva que nos ha llevado a ver y dirigir entrenamientos a través de plataformas como Youtube o dar charlas a la plantilla a través de videoconferencias; partidos en directo, codificados y etiquetados en la distancia para el análisis del juego a la vez que el entrenador daba instrucciones desde España. Tiempos raros, de los que hablaba en pasada entradas, en los que nos vemos obligados a trabajar de otra manera, supongo que de manera eventual y por un tiempo limitado. El deporte no se puede hacer desde casa; la teoría no vale si no hay una aplicación (o al revés, pues, para mí, la teoría surge de la experiencia); el fútbol, como juego, es juego tanto por su carácter lúdico como por el encuentro de dos que se enfrentan para sacar lo mejor de sí, y las consolas de videojuegos ya crean realidades virtuales para que uno pueda simular jugar con otros veintiuno: esto que nos mueve va de otra cosa.
De aquí en adelante, en el corto plazo, después de haber vivido el confinamiento español, el país que nos recibe nos exige otra cuarentena, esta vez de quince días. Será tiempo para seguir trabajando desde casa (pero a cien metros de nuestro estadio, ciudad deportiva y oficinas), de dirigir al grupo para que siga compitiendo en las mejores condiciones (con la tecnología al alcance, qué vamos a hacerle) y de, entre trabajo y descanso, adaptación a una nueva ciudad, a una nueva ubicación y, por qué no, al contacto indirecto con la nueva cultura y sociedad (compañías de comunicaciones locales, tiendas de reparto de comida a domicilio y conversaciones, con las medidas de seguridad exigidas, con los trabajadores del club que nos ayudan, en estas primeras semanas, con estas primeras gestiones).
Una vez salgamos del nuevo confinamiento, será tiempo de ofrecerte, cada semana, como vengo ya anticipando en redes, información y anécdotas sobre el entrenamiento y la competición en el Oriente Medio, así como sobre la vida y la cultura de una sociedad diferente a la nuestra que nos acoge con cariño para aportar nuestro valor a sacar lo mejor de este club, el Qadsia.
Con la visión, a un lado, de una de las vías importantes de Kuwait City a través del ventanal de la habitación donde paso estos primeros días; con el Mohammed Al-Hamad Stadium al fondo, bajo un cielo despejado, azul, aunque oscurecido por el polvo del desierto que se eleva a la atmósfera y un sol abrasador que ciega; y con el agua del mar con el que el Golfo Pérsico baña las costas de esta ciudad, al otro lado, te invito a vivir conmigo esta temporada de experiencias que el fútbol me brinda por algún motivo del que solo con el tiempo, y en perspectiva, me daré cuenta de su sentido y necesidad para este momento de mi vida.
From this week, the blog acquires a specific theme. For a long time (hope this time I fulfill the signed contract or, at least, the whole current season: if I stick to the background, it will be a black swan) we will talk about the Kuwait League (Q8, /'kju:/ plus /'eit/, a way of expressing the name of the country here by its pronunciation), the STC Premier League 2020/2021, and the AFC, the Asian Champions League, and the different championships played by my new team, Qadsia SC.
It has taken longer than I expected for this start. Although the preparation and training work began on July 22nd (that resumption of the competition suspended by the pandemic that has characterized professional football in this particularly unique year), the closing of borders between countries, added to the incoming and outgoing travellers, has meant that we could not be present in the daily life of the country (not just the team) until this current week, the last week of August. With two matches already played of the four remaining league games, here we are, in our city, settling down to start the work.
A month and a half of work from a distance is left behind. Planning, periodization and programming; own and rival analysis; debates and sharing of tasks; application of technology to keep in touch with the club, the management and the footballers. A completely new experience that has led us to watch and direct training sessions through platforms such as Youtube or give talks to the staff through video conferences; live matches, coded and tagged in the distance for game analysis while the coach gave instructions from Spain. Strange times, which I was talking about in the past, in which we are forced to work in a different way, I suppose, eventually and for a limited time. Sport cannot be done from home; theory is not valid if there is not an application (or the other way around, because, for me, theory comes from experience); football, as a game, is a game both for its playful character and for the meeting of two people who face each other to get the best out of it, and video game consoles already create virtual realities so that one can simulate playing with twenty-one others: what moves us is about something else.
From now on, in the short term, after having lived the Spanish confinement, the country that receives us demands another quarantine, this time of fifteen days. It will be time to continue working from home (but a hundred meters from our stadium, sports city and offices), to direct the group to continue competing in the best conditions (with technology at hand, what are we going to do) and, between work and rest, adaptation to a new city, a new location and, why not, indirect contact with the new culture and society (local communications companies, food delivery stores and conversations, with the required security measures, with the club workers who help us, in these first weeks, with these first steps).
Once we get out of the new confinement, it will be time to offer you, every week, as I have been anticipating in networks, information and anecdotes about training and competition in the Middle East, as well as about the life and culture of a society different from ours that welcomes us with affection to bring out the best in this club, the Qadsia.
With the vision, on one side, of one of the important roads of Kuwait City through the window of the room where I spend these first days; with the Mohammed Al-Hamad Stadium in the background, under a clear, blue sky, although darkened by the dust of the desert that rises to the atmosphere and a burning sun that blinds; and with the water of the sea with which the Persian Gulf bathes the coasts of this city, on the other side, I invite you to live with me this season of experiences that football gives me for some reason that only with time, and in perspective, I will realize its sense and necessity for this moment of my life.
Que tengas una feliz semana. Have a happy week.
Mucha Vida. Mucho Amor. Mucho Fútbol/Lots of Life. Lots of Love. Lots of Football
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